Conversaciones tripartitas
16 Nov. 2021
El presidente Biden convocó a una reunión tripartita entre los socios del T-MEC en Washington, el próximo 18 de noviembre, con el objetivo de reafirmar los "fuertes lazos e integración de los países y, al mismo tiempo, trazar un nuevo camino para la colaboración" en temas como la pandemia, el cambio climático, la inmigración y el crecimiento económico.
Los 4 temas, en efecto, resultan inescapables, ¿cómo no agendarlos para ejecutar las políticas idóneas en beneficio de los 3 países? La aplicación masiva de vacunas está firmemente relacionada con el crecimiento económico, de la misma manera que el cambio climático se encuentra ligado a la salud ambiental y, por ende, con la humana, sin perder de vista que la inmigración ilegal afecta la seguridad nacional, el desarrollo, la estabilidad social y los procesos productivos, entre otras consecuencias. Dichos tópicos vinculados entre sí, deben ser abordados con oportunidad, determinación y solvencia intelectual.
Solo que en la agenda trilateral figura en forma tangencial un asunto de particular importancia, como sin duda lo es la validez del nuevo tratado de comercio, el T-MEC. En concreto: la contrarreforma eléctrica propuesta por la 4T no solo es contraria a nuestra Constitución, sino que es violatoria de los tratados internacionales suscritos por México, cuyas disposiciones son obligatorias, según lo dispone nuestra Carta Magna. Recurrir al uso del combustóleo para generar energía eléctrica no solo atenta contra la salud humana por las graves descargas tóxicas en el medio ambiente, sino que encarece las tarifas domésticas de consumo, resta competitividad industrial y comercial, privilegia las empresas públicas en perjuicio de las privadas, ya sean éstas nacionales o extranjeras, desprecia las energías limpias y baratas, en el entendido que ningún insumo puede ser más accesible que el viento o el sol, y finalmente deteriora la marca México una de las bases de nuestra prosperidad.
Ignorar la validez del T-MEC, que no es un compendio de buenas intenciones ni un acuerdo insignificante porque implica transacciones de más de mil millones de dólares diarios, acarrearía la imposición de severísimas sanciones para nuestro país, como bien podrían llegar a ser la suspensión de preferencias arancelarias, la imposición de gravosas multas sobre nuestros productos o servicios, así como el bloqueo a la importación de bienes de origen nacional. Imposible olvidar cuando el propio AMLO viajó a Washington en 2020 para elogiar la entrada en vigor del T-MEC, cuando en el fondo trataba de apoyar a Trump en su campaña electoral...
Discriminar a las empresas propiedad de nuestros socios del norte y sus inversiones por miles de millones de dólares, atenta contra su seguridad jurídica que podría ocasionar embargos de bienes mexicanos en Estados Unidos, sin perder de vista que la pérdida de preferencias arancelarias aceleraría el deterioro de nuestra economía al reducir sensiblemente nuestras exportaciones, desplomaría la captación de divisas, provocaría una adicional estampida de capitales, detendría aún más nuestro precario crecimiento económico, dañaría nuestro crédito público y al afectar nuestra capacidad de pago se castigaría el grado de inversión de acuerdo a los criterios de las empresas calificadoras de riesgos. El desastre sería devastador.
Perder los privilegios arancelarios contenidos en el T-MEC podría significar una catástrofe económica y social y un perjuicio de difícil reparación en las instituciones de la República.
Podría estar equivocado, pero a raíz de las conversaciones tripartitas me atrevo a declarar, con la debida solemnidad, que la contrarreforma energética propuesta en términos suicidas por López Obrador está absolutamente muerta y su discreto diferimiento se extenderá ad infinitum por el bien de la patria, salvo que AMLO esté dispuesto a responsabilizarse por la destrucción de la economía mexicana, cuyo proceso inició con la expropiación camuflada del NAICM desde antes de tomar posesión el 1o. de diciembre del 2018... ¿Quién dijo que no existían los contrapesos, esta vez de carácter internacional...?
@fmartinmoreno